3 de marzo de 2008

POR LAS TIERRAS DEL FAMOSO FRAILE



Mucho calor para esta época del año, esa fue la tónica de la jornada que en esta semana se adelantó al Miercoles. Para olvidar, los crujidos del basculante de la doble, es lo que tiene llevar estos trastos.

Las primeras señales aparecen en los brazos y piernas. En los primeros por la quemaduras que deja el sol y que nos acompañaran el resto del año, las otras quedan en las piernas para el resto de la vida. Arañazos, magulladuras, raspados y cortes son ya clasicos en nuestras piernas.

Partimos de Jimera de Libar, en direccion Alpandeire, donde no se que haría Fray Leopoldo, pero es conocida gracias a el y a partir de ahora para nosotros será familiar por un interesente sendero que desde allí sale. Son las cosas de los dias de investigación, a veces andas demasiado y otras encuentras verdaderos tesoros de medio metro de ancho.

Más tarde Pujerra nos dió avituallamiento en forma de bocata de queso con tomate y un café que no está nada mal para llevarnos a una zona de riscos que no conociamos. Aquí no hubo suerte y el camino nos llevo directamente a la carretera. De esta cogimos el recientemente bautizado sendero peo que nos lleva directamente a Jimera y nos volvemos a preguntar que suerte tuvo aquel dia Victor subiendo ese repecho.

Los datos quedan en el pulsomero y una ruta de cinco horas para el recuerdo, pero me voy para Francia con las piernas cansadas y la cabeza relajada. Como diría Manolín, otra peonada más.

Después del Martes, el Miercoles, que en este caso tampoco defraudó. Quizás esta semana el Jueves sea mi día de suerte.


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